ENTREVISTA A NELSON MONTAS - ARQUITECTO
– Bienvenido Nelson. Es un placer tenerte aquí y poder charlar un ratito contigo. Ya sabes que yo te considero familia y cualquier excusa es buena para juntarnos, puesto que tú ahora mismo resides en París y no nos vemos tan a menudo como nos gustaría.
Hola, Javi. Gracias por tus palabras y por la invitación. Sabes que yo también te considero familia.
– Me gustaría que te presentarás para poneros en situación a todos.
Yo soy dominicano y crecí en Santo Domingo hasta los 28 años. Allí me licencié como arquitecto en el año 2006 por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En el año 2009 obtuve un Máster de ciencias en Arquitectura Biodigital y en el año 2016 me doctoré en Arquitectura Genética por la Universitat Internacional de Catalunya, en la especialidad de simulación, biomimética y materia programable. En el año 2015 fui investigador visitante en el laboratorio MAP-MAACC, CNRS-MCC UMR en la École Nationale Supérieure d´Architecture Paris-La-Villette. Además, he sido diseñador y consultor de e-architects (2017-18, NY, EE.UU.) INSTITU Architecture (2019-2020,París) y Eca2 (2019, París-Hong Kong). También fui profesor de las asignaturas de Presentación de Proyectos, Perspectiva Lineal y Dibujo Técnico en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (2012-2014-2018) donde además ocupé una posición de investigador asociado en el proyecto estatal titulado «Análisis ambiental, simulación y fabricación digital de productos de acabado y sistemas constructivos en fachadas no estructurales» (2018-2019). En paralelo, en estos últimos años he obtenido un título en desarrollo de software en la Université de Versailles Saint–Quentin-en-Yvelines, en Francia.
– Te has movido bastante y eso te da perspectiva.
Bueno, como ya sabes pasé mi infancia y mi adolescencia entre Santo Domingo (República Dominicana) y Miami (Florida). Más tarde a los 28 años, luego de terminar mis estudios de arquitectura e ingenieria (en República Dominicana) me mudé a Madrid y allí hice un semestre en la UPM cursando un diploma entre la UPM y el Colegio de arquitectos de Madrid. De ahí, me fui a Barcelona a cursar el Máster y luego cursé el doctorado. Al acabar me regresé a Santo Domingo, estuve como dos años trabajando como Ingeniero de aguas. Después regresé a Barcelona donde conocí a mi mujer que es francesa, nos casamos y hoy en día llevo 9 años viviendo en París que los cumplí el diciembre pasado.
– Actualmente, ¿Estás dando clases?
No sé si este semestre voy a intervenir como profesor porque me van haciendo contratos temporales, pero normalmente doy clases en un máster de arquitectura y ciencia computacional en el New York Institute of Technology. Yo enseño código. Soy el profesor de programación. Enseño mayormente el lenguaje de programación Python y algunas herramientas más que están orientadas al desarrollo web. Enseño a los estudiantes a como explotar bases de datos como google o amazon para que lo puedan aplicar al campo de la arquitectura.
– Y fuera de las clases, ¿Cuál es tu relación con la arquitectura?
Muy poca la verdad. Mi actual relación es sobre todo como docente. Precisamente el próximo marzo regreso a Barcelona para asistir a una conferencia sobre arquitectura y será una nueva manera de reanudar lazos con profesores y colegas. Antes de la pandemia estaba trabajando como consultor en proyectos de arquitectura, pero con el Covid todo se paró y en ese momento decidí iniciar otra etapa en mi vida y me puse a estudiar otra carrera: Desarrollo web y programación informática en la Universidad de Versalles, en París. En este momento me encuentro buscando trabajo en el campo de la informática que es como te digo el nuevo camino que decidí iniciar.
– ¿Es la curiosidad por otros campos lo que te alejó un poco de la arquitectura o en algún momento te has podido desencantar?
Un poco de ambas. Hace mucho tiempo que me vengo desencantando con la práctica de la arquitectura porque la arquitectura como disciplina es algo que todavía me atrae mucho. Yo no diría que me apasiona ni que me obsesiona como hace 10 años, pero sí que me atrae mucho. Eso seguro. Cada vez que llego a una ciudad nueva es una de las primeras cosas en las que me fijo o noto porque tengo las herramientas para poder analizar ciertos aspectos como los movimientos o las influencias relacionadas con la arquitectura. Es algo que lo tengo incorporado de manera natural después de años de estudio y trabajo. Me encanta por ejemplo la experiencia de los edificios y llegar allí y sentirlo porque una cosa es ver un render o un plano y otra muy diferente es llegar al edificio y estar en el edificio. El espacio se siente y se huele, no solo se ve. Una vez en el lugar, te puedes dar cuenta de muchísimas cosas que no te das cuenta cuando estás en el proceso de concepción como por ejemplo las corrientes de viento por citarte un ejemplo. Te lo dice alguien que es especialista en simulaciones, pero las simulaciones no te lo dicen todo. En las simulaciones puedes centrarte en dos o tres cosas específicas pero no en todo el cuadro. No se puede simular todo. Es muy difícil. Pero volviendo al tema de mi desencanto de cierta parte de la práctica de la arquitectura te diría que se debe a la aristocracia que existe, a la Star system de la arquitectura, a que el pedigree cuente mucho más que el portafolio. Es un tema muy complejo y largo que nos daría para mucho. Y luego está el tema de querer seguir aprendiendo cosas porque yo soy una persona que lleva prácticamente toda su existencia estudiando y es mi forma de vida. Es verdad que he estudiado en diversas universidades, pero también soy muy autodidacta. Si quiero aprender algo lo busco en internet y me pongo manos a la obra para aprenderlo. Es algo que me ocurre desde pequeño incluso desde antes de que hubiera internet.
– ¿Siempre te has sentido atraído por las computadoras y la computación?
Si, y eso es algo que tiene que ver con el hecho de no parar de aprender nunca porque un programador o un informático es alguien que no para de reciclarse y de formarse porque las herramientas van cambiando y se van renovando. Más hoy en día que todo se actualiza muy rápido. Así que diría que más que curiosidad se trata de un hábito adquirido desde pequeño.
– Recuerdo cuando nos conocimos hace muchos años que tuvimos algunas charlas muy interesantes sobre el poder de la arquitectura y su capacidad de cambio en la sociedad (realidades sociales, dinámicas sociales). Me gustaría que desarrollaras eso.
Creo que recuerdo cuando tuvimos aquellas charlas y en que momento estaba yo con respecto a este tema. La arquitectura es un arte y es una ciencia con una vertiente social muy fuerte y un poder muy vasto. Se trata de una mezcla de elementos que se dan todos al mismo tiempo. A la arquitectura le pasa un poquito como la gravedad que la sientes en el universo entero. Donde hay masa hay gravedad, pero su intensidad es muy pequeña. Podemos decir que la arquitectura tiene un poder vasto porque influye en todo en la vida. La arquitectura se puede decir que es el escenario donde se actúa. Es la performance de la vida social. Hay una definición que la escuché de uno de mis profesores y que me gustó mucho y que dice así: La arquitectura es la capacidad de imaginar un mundo posible. Hablar de arquitectura es hablar de mundos posibles y abarca funciones tan básicas como cocinar por ejemplo e inevitablemente hay que preguntarse que significa dicha actividad. ¿Qué es cocinar? ¿Cuánto tiempo toma cocinar? ¿Cuáles son las dimensiones necesarias para poder cocinar? ¿Qué tipos de aparatos se necesitan para cocinar? O por ejemplo un mitin político que también a nivel arquitectónico debemos saber cuáles son las mejores condiciones para que una actividad de esa índole con miles de personas se pueda producir. Todo eso hay que analizarlo. Piensa que casi cada vez que hacemos algo en la vida lo hacemos dentro de un contenedor arquitectónico. Tú puedes estar al aire libre, pero si estás en un parque, estás dentro de un contenedor arquitectónico. Es arquitectura de paisaje. Sigue siendo arquitectura en el sentido amplio del asunto. Cuando hablamos entre arquitectos siempre hacemos hincapié en las diferencias que existen entre el arquitecto de edificios o el arquitecto de paisaje que se dedica más al arbolado, los parques, lo que hay en la calle, etc., y luego tenemos el urbanismo que yo soy de los que piensa que se debería tratar de una disciplina aparte con otro dominio, pero tradicionalmente aquí en España, Francia o en República Dominicana, el urbanismo es una especialidad de los arquitectos. Sin embargo en los países anglosajones tienen otra concepción. En estos países no necesariamente hay que ser arquitecto para ser planificador urbano. Precisamente en Madrid me estuve formando en urbanismo y arquitectura de paisaje.
– Me parece muy interesante lo que me comentas sobre el hecho de descubrir en profundidad el verdadero significado de una actividad para poder construir algo. La arquitectura, por lo tanto se plantea preguntas de carácter filosófico buscando continuamente la raíz de cada acción.
Así es. Lo que dices es totalmente cierto y eso tiene que ver con la filosofía fundamental de la ciencia de la arquitectura. Seguiré con el ejemplo de cocinar para desarrollar el tema. Ocurre que cocinar tiene el mismo fin en todas las culturas, pero los medios son distintos y es ahí donde los arquitectos podemos trabajar directamente. No solo hay que preguntarse que es cocinar sino también como se produce la actividad de cocinar. No necesitas ser cocinero, pero si necesitas saber las actividades posibles o probables que alguien que vaya a cocinar va a tener que realizar. Así que no solo es filosófico sino también práctico. De todas maneras, el ejemplo que te he dado es un ejemplo restringido, pero se puede ir más lejos desde el punto de vista arquitectónico y preguntarnos: ¿Qué es la sociedad? ¿Dentro de la sociedad en la que estamos que es lo que entendemos por hospital? ¿Qué entiende la sociedad por vivienda? Todas estas significaciones pueden ser muy diferentes entre países o incluso de región a región porque responden a un clima específico o a una jerarquización local y global también de los estratos sociales. Yo por mis inclinaciones políticas siempre intuyo un análisis de clase sobre todo cuando se está haciendo proyecto público. Según mi punto de vista tampoco nos podemos olvidar de las clases sociales. En la Universitat Internacional de Catalunya tuve un profesor llamado Karl Chu que para definir a la arquitectura parte de la siguiente pregunta filosófica: ¿Qué es el mundo? Y eso nos lleva a otras dos preguntas: ¿Qué es un mundo? Y, ¿Qué es un mundo posible? Son dos preguntas diferentes. La arquitectura es la disciplina que se encarga de producir mundos posibles y en el proceso inicial de cualquier proyecto no se entra todavía de lleno en la disciplina como tal, pero la propia meta del proyecto nos lleva a realizarnos distintos planteamientos e interrogantes filosóficos que preceden a la toma de decisiones inclusive en el terreno axiomático de las decisiones iniciales del proyecto. Aunque no siempre es así y por eso comentaba antes las diferencias entre el paradigma español con el de los países anglosajones. La mayoría de las veces que un urbanista está realizando un proyecto ni siquiera va a dibujar nada. El urbanista lo que va a hacer es producir en política pública. Se considera arquitectura, pero no se está dibujando ni nada aunque obviamente si el proyecto lo amerita habrá una intervención y un proyecto arquitectónico per se para construir algo, pero el 80% del proyecto va a ser legislativo. En estos casos se trata más ciencia política que de arquitectura.
– ¿Cuál es la obra arquitectónica que más te ha impresionado y que todavía no hayas visitado?
Para mí el objeto más fascinante de la historia de la humanidad es la pirámide de Keops por muchísimas razones que darían para otra entrevista, pero para hacerlo más corto te diré que si tú tomas la altura real de la pirámide que va desde el ábside hasta la cámara más baja (que es subterránea) y la divides y haces un círculo externo, (pero en el que las secantes toquen los lados de la pirámide ) y seguidamente dibujas ese círculo y divides la altura real de la pirámide con el diámetro te da una aproximación del número Pi; además una de las coordenadas de latitud GPS (29.9792458 N) es un múltiplo de la velocidad de la luz. Aunque hay muchos más motivos que son realmente curiosos. De lejos la pirámide es la construcción más exacta del mundo por muchos órdenes de magnitudes. Es una locura pensar que el ápice de la pirámide está fuera de lugar medio centímetro. Imagínate lo exacto y lo preciso de la construcción. En los jeroglíficos se ve claramente que los egipcios sabían dibujar, pero uno de los misterios más grandes de este asunto es que no se han encontrado planos de las pirámides dentro de los hallazgos y eso que los egipcios todo lo documentaban. Lo que está claro es que alguien sabía de la velocidad de la luz y muchos otros aspectos. Hay que pensar que la velocidad de la luz se mide correctamente mucho más tarde en el sigo XIX, pero los egipcios 2500 años atrás ya sabían de su existencia. Son muchos aspectos de los que hablaríamos que son a día de hoy inexplicables. También está el tema de como se subieron todas aquellas rocas porque hoy en día no hay una grúa que pueda hacerlo de la manera que lo hicieron. Obviamente utilizaron otro método, pero es muy difícil de imaginar que fue lo que ellos utilizaron para construir las pirámides y sobre todo cuanto duró la construcción porque los arqueólogos dicen que duró unos 30 años aproximadamente, pero yo como constructor no estoy tan seguro y es un hecho que me hace reflexionar. En ese contexto yo le pondría unos 100 años a la construcción de la pirámide. Hay que pensar que en el contexto actual, y todavía la Sagrada Familia no está acabada y ya van más de 100 años. La idea de Catedral era precisamente la de un proyecto que iba a evolucionar junto con la ciudad y que requería de la implicación de los artesanos que invertían su tiempo en la construcción de dicha catedral. Son proyectos de largo recorrido en el que los conocimientos pasan de generación en generación como por ejemplo la Catedral de Notre Dame que su construcción duró unos 300 años. Lo que ocurre es que el proceso como arquitecto era muy diferente al que tenemos hoy en día en el que un arquitecto está en su oficina y dibuja en 6 meses y luego se construye en 2 años, tiene una vida útil de 30 años y ya está listo. La planificación de las catedrales precisamente era la de que se construyeran en cientos de años y Gaudí lo que ha hecho es perpetuar esa tradición porque además él era muy católico. Pero regresando al tema de las pirámides lo más impactante es que la aritmética no te da con la tecnología de la que disponían en aquel tiempo y en aquel contexto. Yo creo si no recuerdo mal que eran un 1.200.000 piedras que cada una pesaba 200 toneladas y la más pequeñita ya tenía 20 toneladas. Si tú haces la cuenta y divides 30 años a 365 días del año trabajando sin parar las 24 horas, tú tienes que poner una piedra cada dos minutos. A día de hoy nosotros en nuestro tiempo no lo podemos hacer. Y no únicamente era subirla y colocarla y etc., sino que el ápex te dé solo medio centímetro de inexactitud. Es algo increíble que me pone la cabeza a dar vueltas.
– Y, ¿Qué obra arquitectónica te ha fascinado estando insitu?
Pues sinceramente todos los proyectos de Gaudí. Tú miras por ejemplo la fachada de la Casa Batlló y no te lo puedes creer. Por supuesto también el Park Güell, La Sagrada Familia, La Casa Milà, etc. Para mí Gaudí era el arquitecto más avanzado del mundo y después de su muerte continuó siendo el arquitecto más avanzado del mundo por mucho tiempo por muchas razones. Lo de Gaudí no tiene nombre, Es un nivel muy alto. Gaudí era arquitecto y era un artista. Gaudí no llegó a morir. Gaudí es eterno porque sus obras son visitadas cada día por infinidad de personas. Mientras haya gente que sepa quien fue Gaudí y gente que visite sus obras, él nunca morirá. De la misma manera que no ha muerto Platón. También ha habido otras construcciones que me han impactado en persona mucho como es el Coliseo en Roma. Tenerlo delante y pensar como lo hicieron hace 2000 años fue realmente espectacular.
– ¿Quién es tu arquitecto preferido?
Pues como acabo de hablar de Italia, me ceñiré a mi arquitecto italiano favorito y te digo sin duda: Miguel Ángel Buonarroti.
– Nos vamos de lo positivo a lo negativo. Me gustaría que nos dijeras algún ejemplo en el que la arquitectura ha sido utilizada negativamente.
La arquitectura es una disciplina que históricamente siempre ha estado en malas manos. El tema es llevar la disciplina a buenas manos. Siempre ha sido una disciplina muy aristocrática y muy discriminatoria y todavía sigue siendo así por todo lo que comentaba antes de la propia práctica, el pedigree y etc., y no solo para los que la ejercen sino para los que la viven también. Existen pocos casos en los que los arquitectos trabajan en un alto porcentaje al servicio o beneficio de la comunidad. Las cosas deberían ser de otra manera, pero históricamente ha sucedido así. Es lo que hay. Hay un libro llamado «Arquitectura&disyunción» del arquitecto Bernard Tschumi en el que se puede leer la siguiente frase: Los campos de concentración son el ejemplo más claro de la arquitectura utilizada como instrumento de tortura. También existe un modelo de construcción llamado panóptico que trata de una cárcel donde los presos no pueden ver a sus vigías y que si nos damos cuenta es igual al modelo del capitalismo de vigilancia de hoy en día. En este caso la parábola de la cárcel es un proyecto de arquitectura y un ejercicio de pensamiento. Las cárceles son construcciones donde se instalan dinámicas sociales muy específicas. Son instrumentos de disciplina que infringen castigo y dolor. No estoy hablando de una arquitectura en malas manos, pero si se trata de la arquitectura utilizada de manera autoritaria. También hay que decir que la arquitectura suele estar en el extremo de los síntomas, ya que las causas suelen ser políticas. La arquitectura tiene poder, pero es más una manifestación del poder que una causa del poder. Obviamente si lo miramos desde el punto de vista marxista o materialista-dialéctico, uno sabe que la parte expresiva de la arquitectura (la parte material, lo que se puede tocar) tiene una influencia en el pensamiento de la sociedad y se da una especie de dialéctica. Si una sociedad G construye un edificio T, como resultado nos puede dar una sociedad Z por resumirlo rápidamente, pero cuando yo digo que la arquitectura tiene poder no quiero decir que vamos a cambiar el mundo haciendo edificios porque los edificios por sí solos no tienen significado. El significado se lo dan las personas. De hecho, un edificio donde no hay personas no es arquitectura. Lo que separa a la arquitectura de la ingeniería de caminos es que en los proyectos de ingeniería, la mitad del tiempo nunca hay nadie. Nadie vive en la carretera aunque claro que cogemos el coche y transitamos, pero nadie vive en esos lugares. Esa es la diferencia. Igual que nadie vive en un acueducto o nadie vive en una represa. Pueden llegar grupos de personas a trabajar, pero no viven allí. A la vez, también se trata de dos disciplinas que se solapan continuamente entre ellas y que en un proyecto de arquitectura siempre hay algo de ingeniería y al revés.
– Además de la ingeniería de caminos, ¿Cuáles son las disciplinas que podríamos decir son primas hermanas de la arquitectura?
Un montón. De entrada está el arte. El arte en el sentido más amplio. Sobre todo las artes plásticas. Destacaría también el cine. Es verdad que la arquitectura tiene 5000 años de antigüedad y el cine tiene poco más de 100 años pero el cine (aunque es un arte mucho más joven) ha influido mucho en la arquitectura y al revés hasta el punto que en la universidad donde yo estaba había materias conjuntas de arquitectura y cine que obviamente no tiene nada que ver a como se enseña cine en las escuelas de cine, pero si se parecen en cuanto al análisis e interpretación de imágenes y films. Para mí, el cine y la arquitectura son casi la misma disciplina. Lo que ocurre es que el medio de expresión es diferente, pero se piensan de una manera muy similar. Es difícil o casi imposible (a no ser que hagas un film muy abstracto) pensar en una película en la que no haya un espacio o una construcción u obra arquitectónica y de la misma manera es difícil o casi imposible pensar en un edificio o construcción sin historias de seres humanos dentro. De hecho, los mejores diseñadores son aquellos que se pueden imaginar los espacios habitados como si fueran escenas. Son lo que piensan mejor como el espacio precisamente se va a sentir o como las personas se van a sentir dentro de ese espacio. Ese sería el postulado. Cuando estaba estudiando arquitectura yo diseñé algunos proyectos en los que me inspiraba en algunas películas. Recuerdo que tomaba varios aspectos como la estética o la articulación de un espacio con otro, de directores como George Lucas o David Lynch. Me resultaba muy interesante pasar de un espacio a otro, pero que no siempre necesariamente era lo que te esperabas desde el punto de vista de la lógica sino a lugares donde no te lo esperas. En Barcelona había un bar que le llamaban Bar El armario en la que la puerta de entrada era precisamente una puerta de armario y ese tipo de cosas son muy del estilo de David Lynch. Obviamente Lynch no fue el que inventó este recurso, pero si hay una continuidad que procede del surrealismo entre las artes visuales, plásticas, performance. Durante mi vida universitaria realizábamos una performance por semestre hasta el punto que amigos míos de la carrera de arquitectura se volvieron artistas de la performance gracias al trabajo que hicimos durante muchos semestres. También la pintura obviamente, y esto es algo que trabajas durante la carrera. Yo aprendí a hacer modelado con arcilla, yeso, aprendí a pintar con témpera, acuarela, colores de madera, grafito, lápices de madera. Existe por lo tanto un aprendizaje y entrenamiento artístico en la carrera y luego está la parte de ingeniería con asignaturas como matemáticas, cálculo diferencial, física, cálculo de estructuras, mecánica técnica, electromagnética. La arquitectura es una especie de encrucijada de muchas disciplinas donde coges un poquito de cada una y haces algo que es totalmente diferente.
– ¿Hacia donde tú crees que va encaminada la arquitectura en el futuro?
La verdad te digo que hace 5 años creía que podía tener una pequeña idea donde se dirige la arquitectura, pero hoy en día te diría que no tengo la menor idea porque cada vez que crees que puede ir en una dirección la realidad tiene una manera muy curiosa de decirte que te has equivocado. Te lo digo de la manera más sincera que puedo. Tanto en arquitectura como en la vida los cambios se producen muy rápido y uno no sabe lo que puede ocurrir. Yo si creo saber lo que puede tener impacto, pero no la dirección que va a tomar la arquitectura. Te pongo un ejemplo. Cuando yo estaba realizando mis estudios doctorales entre 2016 y 2018 el tema en cuestión en arquitectura era «Los materiales de programación» y aunque hoy todavía estamos inmersos en ese «universo» pero a la vez siento que estamos saliendo muy rápido de eso y estamos centrándonos en otros asuntos que están más de moda. Los materiales de programación es un tema que llamó mucho la atención en el mundo de la arquitectura. Sobre todo por el enfoque de los materiales y como programarlos. Se trataba de un enfoque muy materialista desde el punto de vista filosófico. El objeto de estudio era la materia. ¿Cómo se comporta la materia y que se puede hacer con ella? Esas eran las cuestiones. Lo que me parece más interesante de la dirección que estaba cogiendo este campo era la propuesta de crear material viviente programable para poder hacer crecer un edificio que es diferente de construirlo un edificio. Hoy en día parece que ya estamos en otro momento y no se habla tanto de lo anterior. Existen otros temas que están pegando fuerte como la inteligencia artificial. En general, parece que ahora todo el mundo está más concentrado en la parte de la imagen que es interesantísima, pero que deja de lado otros aspectos. Yo no dudo que llegará un equilibrio entre ambos enfoques en el futuro, pero actualmente se ha dejado de lado un poco el enfoque más materialista y parece que ha cobrado fuerza un enfoque más metafísico. Hasta la misma inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Recuerdo cuando yo estudiaba inteligencia artificial Symbol en la universidad hace 12 años y no tiene nada que ver con lo que es hoy en día que tiene que ver más con la estadística. La que yo estudiaba dependía totalmente del programador. El programador era el que le aportaba la inteligencia a la inteligencia artificial. Hoy en día, la inteligencia artificial aprende ella sola o con muy poca intervención. En la actualidad, tú le marcas objetivos y parámetros a la inteligencia artificial y ella misma hace data, realiza interacciones y aprende por si sola.
– ¿Qué te ha aportado la arquitectura en tu vida?
Muchas cosas. Más allá de que trabaje o no como arquitecto, pero es una disciplina que te impregna de muchísimas cosas. Se convierte en una forma de vida. Antes hablé de la parte negativa de la arquitectura, pero obviamente tiene muchísimos aspectos positivos y destacaría sobre todo la capacidad de apreciación de como se hacen las cosas. Me refiero a poder ver un objeto cualquiera o hasta el mismo Coliseo y ser capaz de imaginar, comprender y entender sus procesos artesanales y de creación desde el punto de vista estético o material. Saber apreciar como un objeto puede representar a toda una época o saber apreciar ese mismo objeto desde un punto de vista simbólico. También destacaría el sentido de la orientación o hasta el uso de la memoria. Todo eso y mucho más me lo ha aportado la arquitectura.
– Muchas gracias Nelson. Ha sido un placer tener esta charla contigo para Cruasanart. Vuelve cuando quieras. Esta es tu casa.
Muchas gracias Javi. El placer ha sido mío y la verdad que se me ha pasado muy rápido este ratito. La hemos pasado bien. Por supuesto, cuenta conmigo para la próxima. Un abrazo.