POESÍA URBANA – LA RUTA DE LA R

LA RUTA DE LA R

Recurro a la ruta de la R,
sin rumbo,
pero siempre con rumba en la radio.
Soy como un zorro con gorra que corre y que corre,
y nunca repite el mismo carril.
Borrando pisadas de ruedas en mil carreteras,
casi me mato,
pasando el rato,
rodando por aberrantes vías erratas,
escurriéndome como las ratas,
raras veces no meto la pata,
¡Garrapata! Ponte bien la corbata.
Prefiero remar a contracorriente,
que reírte esos chistes estilo torrente.
Yo soy feliz con mis perros,
sin olvidarme también de mis puerros.
Prefiero las rocas,
prefiero los robles,
prefiero el canto de mis amigos, los ruiseñores.
Regateo a lo “Cola de Vaca” como Romario,
y gracias a ello puedo robarte algún rato a diario.
No me ando por las ramas,
mientras tú te metías rayas,
yo me iba al río a ver ranas.
Reniego rotundamente de roces y riñas,
y rompo cerrojos de barracas repletas de barriles de ron,
¡Borrón y cuenta nueva!
Rizando el rizo,
prefiero rezarle a un erizo.
Rápidamente,
cuando me falla la prosa,
derribo barreras con ramos de rosas.
¡No rebobino!
Te sugiero un buen vino.
Mi carro no tiene ruedas,
y mi reloj me roba minutos,
pero resisto y reformulo mi rol,
yo solo me rindo ante los rayos del sol.
¿Por qué sigues revoloteando a mi alrededor?
Con razón o sin razón,
sigo encontrando ropa tuya en cada rincón.
Ramón fue para Rocío,
lo mismo que Rómulo fue para Roma.
Reubico mis rimas,
buscando curvas en rectas,
restando sumas,
sumando restas,
los mejores regalos son siempre preguntas,
casi nunca respuestas.
Un guarro no es lo mismo que un cerdo,
igual que un rancio no es lo mismo que un recio.
¡Divertido es saltarse las reglas!
Mi pensamiento no entiende de rejas,
redondo es el día que no te quejas.
Regalas sonrisas como rosquillas,
pero siempre recibes rencillas,
por no saber darme el relevo,
¿Has organizado tanto revuelvo?
¡Respeto!
Rambo mandaba recados con ruido,
yo reflexiono a base de ritmo,
Okey Makey,
hasta la muerte con Rapsusklei.
¡Cambio radical!
Me voy de turismo rural,
a veces me rayo de la ciudad,
aquí la mayor figura retórica es poder respirar,
¿Cómo?
Radiactiva eres tú con tu forma de hablar.
No tengo religión pero si rituales,
utilizo rombos como referencias visuales.
¡Mira que sucios los paisajes urbanos!
La ciudad no es tu ano marrano.
Rastreando a rotundos ronquidos,
he conocido a muy raros vecinos,
¡Relaja la raja!
Es imposible hartarte del arte.
Hacemos un trato,
yo me callo si vas al teatro.
Que cuando venga la parca,
me pille leyendo a Calderón de la Barca.
Renacer es vencer a la muerte,
recovecos rellenos de suerte,
¡Qué fuerte!
Me cansé de repente,
el Redbull no da alas,
solo atrapa a la gente.
Menos carrocerías para bobos y más arroz para todos.
Te lo repito,
ya no recito en tu recinto.
Reconozco a regañadientes,
que lo que quiero es rascarte la frente,
no insistas en verme,
dejé de ser arraigo de repelentes.
¿Remedios caseros o Remedios Cervantes?
Ya no soy el de antes,
respiro mejor desde que llegaste.
Lorca somos todos,
punto y aparte.
De aquí a la eternidad como Burt Lancaster.
Recurro a la ruta de la R,
sin rumbo,
pero siempre con rumba en la radio.

Javier Milán Jerez

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