SHE – GRAFITERO, ILUSTRADOR Y TATUADOR

ENTREVISTA A SHE - GRAFITERO, ILUSTRADOR Y TATUADOR

Bienvenido SHE. Veo que tocas varios palos como graffiti, ilustración y tattoo. ¿Cómo empezó esa pasión por el dibujo?

La pasión por el dibujo siempre ha estado ahí. Recuerdo de pequeño siempre estar dibujando y especialmente recuerdo en mi adolescencia que lo que mantuvo la pasión viva fue el graffiti. El salir a la calle, escoger una pared y no sé… Pues contar mi historia, hacerme mi película en ese trocito de muro. Para mí antes que la ilustración y el tatuaje, vino el graffiti.

– ¿Te acuerdas cuando empezaste cuáles eran las firmas y las piezas que se veían por tu zona? ¿Quiénes fueron tus referentes?

Yo me crie en Santa Eulalia, un barrio de Hospitalet y tal y como me lo has preguntado me han venido a la cabeza 5 letras: SATOR.

El señor SATOR tenía todo el barrio lleno y no solo de firmas. Recuerdo como con un solo color hacía cosas guapísimas y recuerdo sus letras bastante trabajadas con brillos.
¡Estaba guapísimo aquello!

También recuerdo en aquella época al ROCKET que conseguí verlo una vez en directo en la antigua fábrica abandonada de Santa Eulalia y ostras fue verle pintando y pensar: ¡Qué caña! ¡Qué guapo! Recuerdo también que otro día convencí a mi padre para ir y meternos en la fábrica para hacerle fotos a su pieza. Ostras, qué recuerdos.

Tampoco puedo olvidarme de la vieja escuela 84-86 EL CAPI y esa peña o también del 87 en adelante BTS (BANDITS).

– ¿ Porqué SHE?

Varias cosas. 3 principalmente:

La primera que la policía me pilló y decidí cambiar. Al principio empecé con SHEEK. Se llevaba mucho la K en los 90. También reducí letras de mi firma por economía y rapidez a la hora de hacer bombing y la última razón es para hacerle tributo a las mujeres.

– A nivel de gustos, ¿Qué tiene que tener una pieza para que guste o te sorprenda?

Pues para que una pieza me llame la atención… Por h o por b mi cabeza trabaja mucho en 3 dimensiones. Tengo un sentido del espacio bastante trabajado. Entonces el tema de las 3 dimensiones me llama mucho.

– Dentro de los estilos de graffiti, ¿Cuál prefieres? ¿Prefieres un estilo guapo, pero más sencillo y que se lea fácilmente o más complejo y que requiera de un esfuerzo mental mayor para entender que pone?

Esto depende del interlocutor. Yo personalmente no me preocupo mucho de que mis piezas sean legibles. Me preocupo del estilo, de que me gusten a mí, y si tengo más pintura las cargaré más las piezas, pero no voy a simplificar una pieza para que sea más entendible. Igual que un japonés escribe para que lo entienda otro japonés, un escritor de graffiti escribe para que lo entienda otro escritor de graffiti. A veces pasa que eso que no entiendes lo ves en 100000 sitios porque lo tiene todo reventado y acabas sabiendo o entendiendo que escribe.

– Tienes un estilo único por tu manera de entender y utilizar el 3D y hacerlo parte esencial de tu estilo. ¿De dónde te viene?

Recuerdo que ya llevaba un par de años pintando y a nivel España como referente tuve a TARANTINI que se hacía la típica pieza, pero omitía el trazo y dejaba las aristas super limpias. También tuve de referencia a DAIM, sobre todo sus primeras piezas que eran letras super sueltas en las que aplicaba ciertos volúmenes. Me gustaba lo que hacía uno por el estilo y el otro por la manera de trabajar las 3 dimensiones.

Yo defino mi estilo como graffiti en 3D. Siempre he considerado que más que hacer letras en 3D, intento hacer letras de graffiti en 3D. Que se vea claramente de donde vengo.

Vengo del graffiti, señores.

– ¿Echas algo de menos de tu primera época como grafitero?

A nivel personal echo de menos cierta inocencia a la hora de descubrir aunque tengo que decir que el gusanillo lo sigo teniendo y eso me motiva a seguir pintando.

– ¿Cómo ha evolucionado el graffiti desde que tú empezaste?

Ha evolucionado para bien y para mal. Me gusta que depende de qué zonas se sigue viendo bastante grafiti aunque hoy en día el mundo no está tan pintado como en los 90. Recuerdo que en los 90 casi no había sitio para pintar y se pintaba. Eso lo encuentro a faltar el hecho de que antes se veía más graffiti.
Aunque el ayuntamiento nos venda la moto, ni Barcelona ni el mundo están tan pintados.

Recuerdo como en el año 2004 intentaron erradicar el graffiti después de haberlo promocionado 6 meses antes con el fórum de las culturas y evidentemente la jugada les salió mal.

– ¿Cómo definirías el estilo de Barcelona?

Hace años me hicieron la misma pregunta en Drassanes. Creo que ese término no se puede aplicar. El lenguaje del graffiti es universal. Lo que sí hay gente que es más de muros y otra gente que es más vandal.

Mientras me pises que sea algo viejo y que lo que hagas esté más guapo. Si la gente pensará con la cabeza se daría cuenta de que no estamos solos en el mundo.

– ¿Cómo ha sido tu evolución como grafitero?

Bueno, la verdad es que ahora lo disfruto muchísimo más. De hecho, las últimas veces que he pintado no he hecho ni un boceto. Me gusta llegar al muro e improvisar. Por una parte después de 30 años pintando la técnica ya la tengo y en cuanto al estilo no me acuerdo de todas las piezas que he hecho, pero una vez llego al muro el cuerpo reacciona, ya que tiene una memoria física y visual y siempre intento hacer algo diferente de la anterior.

Si me pongo a bocetear, me sale uno rápido, pero siendo como soy seguramente me lleve días o incluso más porque me pondré a ver las diferentes piezas que tenga para ver que no se parezca la letra e intentar sacar algo nuevo y no es porque nadie me diga nada, es porque a mí me sale así. Es un poco orgullo.

Me parece más fresco llegar y ver que me da el muro. Mi estilo de firma lo saqué a base de hacer bombing. El graffiti tiene eso. El bombing tiene eso que quieres hacer algo, pero estás pendiente de vigilar. Lo has trabajado menos mentalmente y ha salido más lo que llevas dentro.

A la hora de improvisar en el graffiti es lo que me sale en el momento.

La última vez que fui a pintar fui con un colega que también trabaja en 3D. Yo escribía letras y él hacía muñecos o personajes y había un diálogo sin palabras que era increíble cómo nos entendíamos a la hora de unir las piezas. Hablábamos sin palabras y eso era muy chulo porque nos entendíamos a la hora de pasar esta letra o este trazo por aquí o por allá… Unos engranajes que encajan.

Cuando ves una pieza que está guapa, hay que pensar que la persona que la ha hecho, la ha disfrutado. Ese es mi planteamiento.

– Anécdotas en el graffiti…

!Muchas! Desde enfadarme con el muro y acabar tirando las latas contra la pared o estar pintando en lugares perdidos por ahí y acabar teniendo conversaciones surrealistas con gente que aparece de repente o estar perdidos pintando en lugares recónditos y que el colega me pida la capucha y se vaya a vete a saber qué, pero yo se la dejé. Que conste je je je.

– Veo que hay de todos los colores.

Si jejeje tantas como furgonetas llenas de pintura plástica.

– Siguiendo con el spray, ¿Alguna predilección en cuanto a los colores?

La gama de verdes la empecé a trabajar mucho en las 3D y la gama turquesa de Montana Colors, el caribe, el océano, el verde luminoso, rojizos, azules, verdes. Me los sé al dedillo.

– ¿Formas parte de alguna crew?

Ahora mismo no estoy en ninguna, aunque sí he estado activamente en alguna. En las que he estado había cierto salto generacional entre yo y el resto de la crew pero a nivel artístico coincidimos mucho y había muy buena conexión. Con los años fueron creciendo y decidieron irse más al Vandal que es otro estilo más de graffiti y hay gente que hace Vandal y a mí me puede dar mil vueltas. Es el graffiti más primitivo.

– ¿Calidad o cantidad?

Casi diría que calidad. Cuando la situación me lo ha permitido he participado en 4 murales a la semana prácticamente. El graffiti no es barato para nada.

– ¿Eres fiel a alguna marca?

Suelo utilizar bastante Montana. El resto de marcas a veces las pruebo, pero yo me he criado con Montana y a la que pienso en pintura a mi cerebro rápidamente le viene Montana. Desde 2004 está la Montana de Gracia, que los conozco, conozco los precios y sé que tienen de todo.

– ¿Trenes o muros?

En mi caso muros y no me tengo que avergonzar por ello. Claro que he hecho chapa, pero pintar trenes significa estar pendiente de más detalles como horarios, trenes, estaciones, seguratas y me falta tiempo. Se trata de hacer un trabajo previo solo o con colegas que yo sinceramente como que no. Tengo cosas más divertidas e interesantes que hacer. Paso de ver la ronda del segurata.

– Aparte de letras, también haces personajes que a veces incluyes en tus piezas u obras de protesta social, ¿De dónde te viene eso?

Sí, es algo que he ido haciendo a lo largo de los años. Recuerdo que tuve una época en la que fusionaba animales con letras. Por ejemplo la S la fusionaba con un león.

Recuerdo también a nivel de protesta social como en la época de la guerra de Irak vi el periódico y en la portada había un tanque y la noticia era que enviábamos tropas para conseguir la paz. Y pensé: ¡Ah! ¿Así se consigue la paz? Lo siguiente que pasó es que me hice un mural con un tanque y una frase que decía: ¿Eso son formas de conseguir la paz?

Otra vez me hice una pieza en un mítico parque de graffitis en Gracia. Fueron unas letras mías en relación a un reportaje de un partido de fútbol que había visto y me impresionó un niño que aparecía y que no tendría más de 10 años, pero sin embargo la violencia con la que se expresaba y gesticulaba eran ya propias de un adulto super quemado. La cara de odio que tenía el niño por el fútbol y decidí hacer un graffiti sobre eso.

– ¿Has viajado mucho por el graffiti?

Sí, he viajado bastante la verdad. Tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo Francia e Inglaterra. A nivel nacional me he hecho más murales y a nivel general mis bombings han caído por todos lados.

– ¿Qué te ha aportado el graffiti?

Muchos dolores de cabeza je,je,je, pero que se han visto recompensados con muchas experiencias y mucha gente guapa que he conocido.

– ¿Cómo ves el panorama actual?

No me veo con conocimiento para valorar la escena actual en el sentido de que estoy bastante desligado. Ya puedo estar contento de pintar 1 o 2 veces al mes. Me pego mis tacs por aquí y por allá. Ya tenemos una edad, nuestros trabajos, nuestras obligaciones. Yo cuando voy a pintar no me rompo mucho la cabeza y se lo digo a la peña por si alguien quiere venir, pero no fuerzo ni busco complicidad con nadie, voy a mi rollo. Si alguien quiere venir guay y si no no pasa nada.

– Hablemos de tus otras facetas que son la ilustración y el tatuaje. Se puede decir que has hecho de tu pasión tu modo de vida y tu profesión.

Si, se podría decir, pero bueno, realmente no sé si he sabido jugar bien mis cartas porque siempre me he centrado más en hacer que en mover lo que hago. Me pasa un poco como con el graffiti que empecé por mí y por mejorar yo.

Para mí el tatto y la ilustración es como el graffiti que cuanto más lo disfruto mejor sale el resultado, y solo por dinero no quiero hacer cualquier cosa. ¿Para qué hacerlo? ¿Solo por llenar la nevera? Ahora mismo prefiero centrarme en disfrutar lo que hago.

– Háblanos de tus ilustraciones a boli que haces.

Es una historia que empecé en 2011, cuando ya llevaba un par de años intentando introducirme en el mundo del tatuaje. El realismo se estilaba mucho y yo venía de practicar luces, sombras, 3D en el graffiti que es algo completamente diferente. Me parecía una práctica lógica hacer retratos a boli para acostumbrarse a no tener rectificación como ocurre en el tatuaje. Se trataba de hacer en papel, lo que tenía que hacer en la piel. Con boli tienes poca rectificación al igual que en la piel porque en boli puedes trabajar muy suave y luego oscurecer como en la piel. A eso se le llama en tatuaje líneas de agua que son puntos de referencia.

– Entiendo. Querías acostumbrarte a terrenos con poca posibilidad de rectificación.

Claro. Gracias a este entrenamiento me veo capacitado para improvisar en el tatuaje. Tengo trabajos de tatuajes biomecánicos en la pierna entera.

– ¿Qué te queda por hacer?

Me gustaría comprar un chalet a mis padres ja, ja, ja, pero la verdad es que no me puedo quejar y aunque podría ganar más, pero hay ciertas facetas artísticas que he forzado, y no he sabido llevarlas y me ha afectado. Prefiero centrarme en hacer, porque es lo que me pide el cuerpo. Yo me tiro un domingo viendo series y acabaré dibujando seguro. ¿Por qué? Me lo pide el cuerpo.

Podría vivir más del arte, pero no he terminado de encontrar ese punto de ego sano. No muevo tanto mi arte como podría y no tiene por lo tanto tanta repercusión, pero lo muevo como me siento cómodo y sigo siendo persona que para mí es lo más importante.

– ¿Estás trabajando en algún estudio actualmente?

Hasta hace poco estaba colaborando en un estudio, pero teníamos diferentes criterios sobre el mercado del arte. Yo pienso que tú puedes centrarte en aceptar todo tipo de encargos y hacerlos todos o centrarte en hacer 1 o 2 tipos de encargos y hacerlos muy buenos. Esa es mi idea. Yo prefiero la especialidad.

Ahora mismo, estoy en otro estudio, pero de manera más desligada. Simplemente pago por las instalaciones, como si fuera un alquiler.

– Regresando a tus raíces, ¿Qué es para ti el graffiti?

¿Qué era para Jack Sparrow la perla negra? Libertad.

Hay distintos tipos de graffiti y cada uno elige. No reniego del Vandal. Lo respeto.

– Ha sido un placer SHE, cuando quieras repetimos porque CRUASANART es tu casa, ya lo sabes y te deseo que sigas disfrutando de tu arte y nos sigas también haciendo disfrutar a los demás como lo estás haciendo.

Gracias y encantado de estar aquí.

GRAFFITI / TATOO / ILUSTRACIÓN / MURALISMO / PERSIANAS

 

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